Todas la parejas enfrentan discusiones en cualquier momento. El problema no es discutir, el problema es como lo hacemos y que elementos utilizamos para enfrentar nuestras diferencias. Aquí te presento tres aspectos que no debes utilizar en tus discusiones o peleas con tu pareja.
- No utilice a terceras personas para lograr su fin.
Hay parejas que lamentablemente involucran a los hijos, la suegra y la familia en sus peleas. Los más usados en este tipo de asuntos son los hijos. Estos por vivir en casa y estar siempre a la mano son objetos de abuso en las discusiones de sus padres. Por favor, mantengan a sus hijos fuera del combate que ustedes protagonizan. La directora del centro de resolución de conflictos APSIDE, Trinidad Bernal, dice: “cuando peleamos no controlamos las emociones y herimos a los seres queridos, en este caso a los hijos, que son los más vulnerables”
No dañe a su hijo emocionalmente, al contrario, protéjalo de escuchar, ver, y mucho menos participar de las peleas de ustedes. No hable involucrando al niño en algo que usted desea: “al niño les gustaría ir a la playa” cuando es usted quien desea ir. Sea maduro para enfrentar las cosas que le molestan, sea directo y específico en lo que quiere decir y lo que desea lograr.
- No utilice la crítica para descalificar a su pareja.
esto es más común de lo que nos imaginamos. Muchas parejas nunca logran sanarse de las heridas causadas por las palabras, los gritos y las descalificaciones infringidas por su pareja. El mayor problema con esto es que todo se dice en un momento de descontrol emocional, donde la ira se expresa diciendo aquello que nunca se debió decir.
La Biblia dice que “la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere” Santiago 1:20 Esto quiere decir que no produce cambios en la vida del hombre. Por más que usted se aire y no logrará resultados positivos y los cambios que usted desea que ocurra. La ira solo añade mal al problema que ya existe. Cuando tenga diferencias con su pareja, primero busque calmarse y ser objetivo. Aplace la discusión para otro momento. Algo que ayuda a evitar la discusión acalorada es la comunicación constante, no deje que nada llegue a colmarle, háblelo y saque eso de su mente.
- No utilice el chantaje como una estrategia de guerra.
El chantaje es una Presión o amenaza que se hace sobre una persona para sacar algún provecho de ella. Actualmente se distinguen cuatro tipos de chantajes emocionales. Castigadores: Conseguirán lo que quieren a costa de nuestro sufrimiento, utilizando la ira y la agresividad. Auto castigadores: Vierten las amenazas hacia ellos y ponen énfasis en lo que se harán si no actuamos como pretenden. Víctimas: “Si no haces lo que yo quiero, voy a sufrir y mi sufrimiento será culpa tuya” o “Si por ti fuera, podría abrir la llave del gas y no te importaría”. Para ellos solo hay una solución a su desdicha: que les demos lo que quieren. Seductores: Nos alientan y prometen amor, dinero o una promoción en nuestra carrera laboral, y luego aclaran que solo ocurriría cuando nos comportemos como ellos quieren. ¿Te voy a ayudar si…?
Hay esposas que en medio de una discusión perdida, amenazan a su esposo con dejar de tener intimidad con él por cierto tiempo. Algunos hombres chantajean a su esposa con no hacer el viaje que le había prometido. El chantaje hace que las parejas no se enfoquen en el problema sino que cada cual busca salirse con la suya, dejando así de solucionar lo que les está causando el problema. Esto demuestra es una gran inmadurez.
Recuerde, no utilice estos cuatro aspectos en su discusión.
Pastor, Eliezer Pérez.