Toda institución necesita tener un propósito en su formación; sin él, es poco probable que tenga éxito. La familia no es la excepción; también esta debe tener propósitos y metas claras y en común. En la actualidad la realidad es muy diferente, la familia es casi un evento no planificado y sin mucho propósito en particular, aparte del de desarrollar una descendencia o una emoción momentánea. Si se detiene solo por un momento a analizar la sociedad de hoy, podrá ver las consecuencias de dicho proceder.
Es por ello que hoy quiero compartir con ustedes la importancia de darle un propósito a la familia, de manera que logremos construirla y formarla para la unión y el amor duradero. He aquí algunos elementos fundamentales que deben estar presente en toda familia:
1. Propósito de la familia nuclear: antes (idealmente) o después de formar una familia, es importante que los miembros principales de esta se reúnan para plantearse cual va a ser el propósito de dicha relación. Por ejemplo, “queremos que esta familia sea un factor de apoyo para cada uno de sus miembros”; o “criar hijos con valores y principios que hagan de ellos hombres y mujeres de bien”. O simplemente “queremos ser una familia unida que se apoya y ama a pesar de las diferencias”. Esto puede que suene un poco mecánico, pero precisamente el no pensar en estos detalles es lo que nos ha llevado a vivir en una sociedad desestructurada familiarmente.
2. Metas: después de fijar el propósito, debemos desarrollar metas en común que nos ayuden a irlo alcanzando poco a poco. Las metas deben ser a corto, mediano y largo plazo; también deben ser específicas. Si su propósito es ser una familia feliz, entonces empiece por describir que es ser feliz para ustedes. A partir de ese punto, pueden entonces establecer metas para desarrollar eso que llaman felicidad. El desarrollo de estas metas familiares le dará un sentido más claro de las cosas en las que van a enfocar sus esfuerzos.
3. Planes: la familia debe aprender a realizar planes en conjunto. Esto trae unidad y sentido de comunidad. De esa manera cada miembro de la familia se siente parte de un propósito en donde todos contribuyen a un bien común. Por ejemplo: una familia anhela planificar sus vacaciones. Deben entonces sentarse juntos a planificar a donde quieren ir, que fechas son convenientes para todos y que actividades les gustaría hacer en esos días que pueden satisfacer los gustos de cada uno. Cuando una familia se sienta a planificar juntos, esto les ayuda a considerarse los unos a los otros, a expresarse de acuerdo a su personalidad, y a sentirse parte importante de dicha sociedad; también esto contribuye al fortalecimiento de la autoestima de los más pequeños del hogar pues sus opiniones son escuchadas y atendidas.
4. Sueños familiares: cada persona tiene sueños, pero también la familia debe desarrollar sueños en común. Por ejemplo, cierta familia desea hacer planes para una excursión a cierta región del país, desean comprar otro carro, o desean abrir un negocio familiar. El hablar acerca de esos sueños, planificar como alcanzarlos e involucrar a cada miembro del hogar en su desarrollo, fortalecerá la familia y les dará mayor fuerza y sentido de pertenencia.
5. Logros compartidos: es muy importante reconocer y valorar los logros que cada individuo dentro del seno familiar alcanza. No pase por debajo los reconocimientos, premiaciones, eventos, y metas logradas por cada uno, no importa cuán pequeñas puedan parecer. Debe existir un apoyo mutuo y un sentido de comunidad. Cuando uno alcanza sus metas individuales, su éxito será de todos, pues en una familia cuando uno gana, ganan todos.
Finalmente, debo aclarar que cada familia es diferente. Quizá existan en estos momentos elementos conflictivos en su núcleo familiar que le impidan aplicar algunos de los puntos anteriormente expuestos. No obstante, le animo a que empiece paso a paso a implementar algunos de ellos para que poco a poco vea algunos cambios positivos en su familia.
Psicóloga, Anaely Pérez.