La ira es una emoción que todo ser humano en algún momento de su vida ha experimentado. Es un estado emocional de irritabilidad e incomodidad. Puede surgir como una respuesta a una injusticia (real o percibida), a una frustración, al poco control sobre una situación, a la ofensa, al daño físico o emocional, al aturdimiento, a pensamientos destructivos referente a una situación o condición, a la concepción errónea de la realidad, a recuerdos traumáticos de eventos pasados, a medicamentos, condiciones de salud, o algún estimulante tal como la cafeína o drogas.
La ira, como toda emoción, es parte de las respuestas naturales del ser humano ante diversas situaciones. No obstante, la manera en como manejamos la ira y lo que hacemos como forma de expresión de la misma, es lo que puede determinar si la estamos manejando saludablemente o no. Cuando la expresión de la ira involucra agresión, daño físico o verbal, sentimientos de odio, venganza o intento de controlar o manipular a otros, entonces la ira está siendo manejada de una manera no saludable. En cambio, cuando la ira o rabia es expresada de una manera asertiva, promoviendo respeto hacia el otro y hacia sí mismo, conversando con claridad acerca de lo que incomoda al individuo, entonces la expresión de la ira es saludable y equilibrada. te recomiendo leer el artículo “La ira, un enemigo a desalojar de la familia“
La familia es un ente social en donde se desarrollan diferentes relaciones interpersonales que pueden dar lugar a muchos momentos de ira. Sin embargo, dado a los vínculos afectivos y sanguíneos que unen a la familia, la forma en como la ira es expresada resulta entonces más delicada. Cuando las relaciones familiares son rotas debido a un mal manejo de la ira, las consecuencias son mayores y más devastadoras. Debido a esto, a continuación doy algunos tips para aprender a manejar la ira y algunos otros para los familiares de un ser querido iracundo los daré la próxima semana en otro artículo.
- Acepte que tiene un problema: reconozca que cuando siente ira, simplemente no sabe cómo manejarla y que ésta bloquea su habilidad de pensar racionalmente y le lleva a actuar de manera descontrolada y en ocasiones hiriente. Si no acepta que tiene un problema, entonces será difícil corregir dicho comportamiento. Este debe ser el primer paso que debe dar.
- Asuma la responsabilidad de su ira: no culpe a otros de sus problemas ni de sus reacciones de rabia, asuma que la manera en que usted reacciona ante el daño o actitud de otros es simplemente su decisión. Es usted quien decide cómo va a reaccionar ante las circunstancias que le rodean y no debe ser algo que le domine a usted.
- Responda y no reaccione: no reaccione instintivamente con ira o con pensamientos agresivos hacia el otro, sino tome un momento para pensar lógicamente y responder de una manera constructiva, madura y controlada. Ordene sus pensamientos y sentimientos y hable sin gritar ni ofender, procure hablar lenta y tranquilamente.
- Tome un receso de ser necesario: si se siente extremadamente molesto por lo que acaba de ver o escuchar, apártese de ese lugar y tómese al menos 20 minutos para relajarse, calmarse y poner en perspectiva el asunto.
- Identifique el origen de su ira: puede ser que la ira que siente proviene de la frustración, de heridas del pasado o del presente, de un profundo temor de ser herido nuevamente o por otras razones. Haga nota de las situaciones que detonan la ira en usted y evalúe que es lo que tienen en común todas ellas y cuáles pueden ser las razones de esta que van más allá de lo aparente. Al identificar el origen, busque resolver dichos sentimientos o pensamientos de inseguridad que puedan estar produciendo en usted esta reacción insana. Finalmente, medite en cómo puede reaccionar ante situaciones similares de manera más constructiva.
Querido lector, son muchas las aristas de este problema que tanto agobia a la sociedad de hoy. No obstante, le animo a dar estos pasos y a buscar ayuda profesional en caso de que la situación involucre una violencia física hacia otros o hacia sí mismo, o en caso de que sienta que ha agotado todos sus recursos. La semana que viene les hablare a las familias que tienen seres queridos con arrebatos de ira, y les daré algunas herramientas de cómo enfrentar y responder a este tipo de situaciones.
Anaely Johanna Pérez, Psicólogo