Una de las tensiones que enfrentan las parejas en el matrimonio es el tema financiero. Más de la mitad de los divorcios son a causa del dinero, ya sea por tener demasiado, por tener poco, por una mala administración o por tener grandes deudas. Toda pareja tiene que enfrentar con claridad, cómo manejarán sus finanzas, para así evitar que estas terminen siendo una maldición en la familia.
Hay tres formas de cómo manejar el dinero en el matrimonio.
1. Se debe manejar con transparencia. Esto implica que ambos cónyuges necesitan saber con exactitud cuanto son las entradas de dinero para el presupuesto de la familia. He notado que hay parejas que deciden dividir los gastos generales de la casa. Tú pagas la renta y la luz; yo pago la comida y los gastos de teléfono. Esta forma de manejar las finanzas, evita que se conozca en realidad cuánto es la entrada completa de dinero a la casa, creando así descontento y malos entendidos.
Este es un sistema injusto, ya que alguno de los dos termina pagando más que el otro. Este método también siembra dudas en el manejo del dinero: ¿qué hace mi esposo(a) con lo que le queda del salario? Esta metodología evita que la pareja se entere de cuanto en realidad se dispone para el mantenimiento del hogar, llegando a ser como dos inquilinos que alquilan una casa y se dividen los gastos.
Las finanzas deben ser manejadas por ambos cónyuges, participando de la toma de decisiones y aportando para la buena administración de los recursos de la familia. Note que los recursos son de la familia, no de algún cónyuge en particular.
2. Se debe manejar en base a un presupuesto familiar. En mi experiencia personal, he comprobado el gran beneficio de elaborar y mantener un presupuesto mensual en la familia. Tengo la costumbre de manejar mis finanzas en base a la totalidad de las entradas a nuestro hogar. He diseñado la manera de saber cuales son los gastos fijos como los servicios públicos, pago de renta, alimentación, etc. Esto nos ayuda a saber cuanto necesitamos para vivir.
El presupuesto debe incluir todos los gastos familiares. Cuando lo esté elaborando, piense en aquellos rubros donde se esté gastando más de lo que se debiera y busque la forma de minimizarlo. Haga planes para ahorrar, y previsiones para compras futuras. Evite endeudarse, si esto no es una necesidad real.
Revise su presupuesto periódicamente. Cada quincena o mes, controle los gastos de acuerdo a lo establecido en el presupuesto. Una manera de hacerlo es por medio del programa para computadora o Smartphone, Mint.com. Si no está familiarizado con la tecnología, una buena libreta y lápiz a la mano, serán suficientes para llevar el control. Esto debes hacerlo en compañía de tu cónyuge, así ambos conocerán el movimiento del dinero y podrán cooperar con su buena administración. Recuerda, el dinero es de la familia.
3. Se debe manejar pensando en el bienestar de la compañía, La Familia C.A. Para que el dinero no se convierta en un problema familiar, debemos manejarlo como el patrimonio de toda la familia. En esto deben participar todos los integrantes de la familia, aún los hijos, cuando comiencen a tener conciencia del valor del dinero. Recuerdo cuando comenzamos a involucrar a nuestras hijas en la revisión del presupuesto familiar, una de ellas, al terminar nos dijo: “yo no sabía los compromisos económicos que teníamos, ahora entiendo porque ustedes a veces dicen que no hay para esto o aquello” Cundo toda la familia participa en este aspecto, lo más seguro es que cada uno se convertirá en un guardián de las finanzas del hogar.
Mi apreciado amigo (a) El dinero no es el problema, el problema es como lo estamos administrando y manejando. Si tomamos estos sencillos consejos y los ponemos en práctica, las finanzas de la familia se convertirán en una bendición y dejarán de ser un dolor de cabeza para todos. Recuerda, ¿No te rindas!
Pastor, Eliezer Pérez.