De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud más de 350 millones de personas alrededor del mundo sufren de una enfermedad llamada depresión. La depresión es un trastorno que afecta al individuo mental, física, y emocionalmente. Se caracteriza por un desinterés hacia lo que anteriormente el individuo disfrutaba hacer, existe un sentimiento de desesperanza y tristeza. No hay duda alguna, que la familia de hoy es particularmente afectada por esta enfermedad. Por esta razón resulta importante saber más de este tema para afrontarlo de manera correcta cuando se infiltra en nuestro entorno familiar o personal.
Hay diferentes tipos de depresión; algunas resultan más severas que otras. No obstante, los síntomas a nivel general incluyen: falta de apetito, poca energía para realizar las actividades cotidianas (comer, bañarse, salir de casa, preparación de los alimentos, trabajar, etc.), largos periodos de llanto, falta de concentración, aislamiento social, pérdida de peso, pensamientos suicidas, desesperanza, alteraciones del sueño, sentimientos de culpa y de lastima hacia sí mismo, así como también una muy baja autoestima. Una manera de determinar si alguien está pasando por una depresión o bien sea entrando en ella, es observando su cuidado personal, su estado anímico (tristeza constante, llanto repentino por casi cualquier razón), sus hábitos de sueño (duerme la mayor parte del tiempo, o padece de insomnio), sus interacciones sociales (son escasas o casi inexistentes), sus comentarios (revelan falta de amor propio, o poca esperanza con respecto a la situación presente o futura).
La depresión puede surgir debido a diferentes razones y situaciones en la vida del individuo, algunas de ellas son las siguientes: 1) Situación de fracaso o rechazo; 2) temor; 3) soledad o aislamiento; 4) Stress; 5) culpa o vergüenza; 6) crisis familiar o personal; 7) duelo o pérdida de un ser amado; 8) pensamientos negativos; 9) divorcio; 10) sentimientos de perdida de control sobre el rumbo de su vida; y 11) falsas creencias con respecto a si mismo y/o otros. La depresión también puede verse facilitada por algunas razones biológicas o medicas tales como: 1) predisposición hereditaria a este trastorno; 2) fluctuaciones a nivel hormonal en la mujer; 3) prescripciones médicas (antihipertensivos, anticonceptivos orales); 4) consumo de alcohol, mariguana o cocaína; 5) deficiencia de serotonina y norepinefrina; 6) diabetes; 7) deficiencias de hierro o vitamina B-12; 8) falta de luz solar o vitamina D; 9) exposición a moho negro; y 10) anormalidades en la tiroides, entre otros. Es importante añadir que se ha determinado que la depresión suele presentarse mucho más en las mujeres que en los hombres. No obstante, ambos géneros son siempre susceptibles a esta enfermedad.
¿Qué hacer entonces ante la depresión? ¿Qué hacer cuando pensamos que nosotros o alguno de nuestros seres queridos está adentrándose en esta enfermedad? Hay diferentes acciones que podemos tomar para prevenir o enfrentar esta enfermedad. Sin embargo, es importante evaluar la gravedad de los síntomas de manera que se pueda buscar la ayuda profesional necesaria.
Una de las medidas de prevención y ayuda durante la depresión es la actividad física. El ejercicio y las reacciones químicas en nuestro cuerpo generadas como producto de la actividad física ayudan a generar un sentimiento de bienestar en el individuo; por esto es importante que el individuo salga al aire libre a ejercitarse bien sea caminando, trotando, corriendo bicicleta, nadando, etc. También es importante identificar los pensamientos negativos y/o erróneos que se están generando en la mente del sujeto y que pueden llevarle a sentirse triste, confundido y desesperanzado. En la depresión el sistema de creencias del individuo es frágil y vulnerable, por lo tanto se debe buscar reforzar e inducir los pensamientos positivos acerca de sí mismo. Mantener relaciones sociales sanas también es una herramienta útil en el apoyo a la persona deprimida. Es necesario contar con personas que puedan estar allí para compartir, salir y distraer sus mentes de aquellos pensamientos que les llevan a aislarse y ensimismarse. Finalmente, una manera muy importante de ayudar al que padece esta enfermedad es motivándole a buscar la ayuda profesional necesaria (Profesionales de la salud). Estos profesionales de la salud mental, podrán orientarle de manera más específica en cuanto a su situación particular. Es importante no menospreciar este tipo de ayuda especializada.
Querido lector, si sospecha que usted o alguno de los miembros de su familia esta pasando por esta enfermedad es tiempo de buscar ayuda y tomar las medidas necesarias para superar este obstáculo en su vida.
Psicóloga, Anaely J. Pérez