En mi artículo anterior, hablé sobre la necesidad y el beneficio de poner límites a nuestros hijos para que sean capaces, en su adultez, de enfrentar la vida con equilibrio y madurez. Ahora quiero mostrarles aquellos elementos que le ayudarán a poner límite a sus hijos para que lleguen a ser responsables y maduros en la vida.
Cuando enseñamos límites, no estamos haciendo otra cosas que enseñarles a ser responsables de sus propias acciones y decisiones.
Tenga en cuenta, que ningún ser humano nace con una lista de límites para respetar. Por tanto, es usted quien debe inculcarlos en él, desde su nacimiento. Para lograrlo, debe perseverar, a pesar del cansancio y el hastió. También hay que establecer límites de acuerdo a la edad. Véalo de esta manera, usted acompaña a su pupilo en la carrera de la vida, para ayudarlo a alcanzar sus metas y anhelos, sobre todo, hacer de él una persona responsable ante el mundo que lo rodea.
Para lograrlo, es importante que usted se asegure:
1. Qué existan lazos de amor y apoyo entre usted y su hijo. Esto propicia un sentimiento de confianza que le deja saber que no perderá el amor de su progenitor. Siempre hay que hacerle saber, que pase lo que pase, usted le amará igual y estará allí para él. Podría, después del castigo, abrazarlo y decirle, “¿… sabes porque te castigué? Porque te amo y, aunque me duele hacerlo, necesito corregir esa conducta.
2. Que será capaz de dejar al niño sufrir las consecuencias de sus acciones. No las aliviara, maquillara o pasara por alto. Ejemplo: “Si se entretuvo jugando y no hizo la tarea en el tiempo asignado”, seguir con la rutina normal y permitir que al no llevar la tarea a la escuela, reciba una mala nota o una reprimenda.
3. Que el objetivo final, es lograr que el niño tenga dominio propio, para evitar las consecuencias negativas. Resulta necesario, que las consecuencias sean tan desagradables para él, que en su futuro, evite repetir esa acción, o alguna parecida. Ejemplo: “Te dije que hicieras tus deberes durante esta hora, pero como no la hiciste, no podrás salir a jugar con tu amiguito” “Puesto que tomaste lo que no es tuyo, ahora tendrás que ir a entregarlo, pedir perdón y limpiar, durante un mes, los platos”.
4. Que evitará el control excesivo, ya que esto, le resta independencia al pequeño y no le permite cometer errores. Evite el exceso de consentimiento; el niño no se va a romper por una palmada a tiempo, o se va a traumatizar, por un “No”.
5. Evitar la inconsistencia en sus reglas. Hoy castigo severamente alguna conducta inadecuada, y mañana, al suceder lo mismo, la paso por alto. (…dejaré que haga lo que quiera, porque hoy estoy muy cansada(o)…)
Estos consejos le ayudarán a mejorar en su tarea como padre responsable, y harán que sea productivo y muy efectivo en su labor. No será fácil, pues el amor que tenemos a nuestros pequeños es un arma de doble filo para nosotros mismos como padres, pero si hace un buen trabajo, ese pequeño será un orgullo para usted en el futuro. Recuerde, no se rinda.
Ana M. Vargas